Síndrome de Bloch-Sulzberger- Resumen a proposito de un caso

INCONTINENCIA PIGMENTI (Síndrome de Bloch-Sulzberger)

Resumen  a propósito de un caso.
GENERALIDADES
  • Es una rara genodermatosis de herencia dominante ligada al cromosoma X. Se manifiesta en paciente de sexo femenino, si bien se han descripto pacientes masculinos la mayoría de estos muere intraútero.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
  • Afecta principalmente los órganos de origen neuroectodérmico como la piel, anexos, SNC y ojos.
  • Las manifestaciones clínicas son múltiples y muy variadas, incluso entre individuos de una misma familia. Estas pueden ir desde alteraciones dentales que suelen pasar desapercibidas hasta un grave compromiso del SNC y ojos.
PIEL
  • Es el órgano afectado con mayor frecuencia cerca del 100% de los pacientes.
  • El compromiso se manifiesta en 4 estadios. Si bien estos suelen aparecer de forma sucesiva no todos los pacientes desarrollan todos los estadios, y más de un tipo de lesiones pueden coexistir en un momento dado.
  • PRIMER ESTADIO (Estadio Vesículo-pustuloso (90%): presencia de lesiones que pueden ser ampollas, vesículas, pústulas o costras superficiales que siguen las líneas de Blaschko. Estas lesiones pueden estar presentes en el nacimiento o desarrollarse a los pocos días de vida y son autoresolutivas en un tiempo variable de días a meses.
  • SEGUNDO ESTADIO (Estadio verrugoso (70%): Se caracteriza por presentar pápulas y placas hiperqueratósicas, por lo general están localizadas en extremidades. Se cura de manera espontánea alrededor de los 6 meses.
  • TERCER ESTADIO (Estadio hiperpigmentado (98%): presencia de hiperpigmentación arremolinada marrón o grisácea localizada a lo largo de las líneas de Blaschko, que se encuentran principalmente en tronco y extremidades. No son lesiones residuales sino lesiones específicas de IP. Estas lesiones autoevolucionan en la pubertad o en la adultez.
  • CUARTO ESTADIO: Un porcentaje menor desarrolla este estadio. Caracterizado por líneas hipopigmentadas o atróficas que afectan las extremidades. Estas lesiones por presentar atrofias pueden ser permanentes y de utilidad al evaluar a la madre del paciente.
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ANEXOS
  • Pelo: existe una lesión altamente evocativa de IP que es la alopecia de vertex. Puede verse una hipoplasia de cejas y pestañas.
  • Uñas: pueden estar afectadas y la presencia de una distrofia ungular que puede manifestarse con hoyuelos o ruptura de las uñas. En los estadios más tardíos  (entre pubertad y cuarta década de la vida) pueden evidenciarse tumores hiperqueratósicos dolorosos ungueales y subungueales.
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DIENTES
  • Las lesiones dentales son el hallazgo no cutáneo más frecuente (80%). Evidenciables en mayores de 6 meses que incluyen dentición retardada, dientes cónicos, anodontia y microdontia.
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OJOS
  • Afectación en el 35% de los casos. Es una de las afecciones más graves. Y por lo general estarían relacionadas con la presencia de alteraciones neurológicas y cutáneas graves.
  • Las manifestaciones oftalmológicas incluyen pérdida de la visión y desprendimiento de retina, destacándose una mayor incidencia de estrabismo, cataratas, atrofia óptica, pigmentación conjuntival y microftalmia.
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
  • Afectado en un 20%. Asociado en forma directa con la magnitud de las manifestaciones cutáneas. Las alteraciones neurológicas pueden manifestarse como convulsiones, retardo mental, diplejía espástica, hemiplejía, cuadriplejía y ataxia.
GENÉTICA
  • Presenta una transmisión dominante ligada al cromosoma X.
  • El gen afectado es denominado NEMO.
DIAGNÓSTICO
  • Clínico + Biopsia cutánea + Eventualmente estudios genéticos.
EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO
  • Los pacientes deben ser evaluados por oftalmología, neurología y seguimiento odontológico; así como también contención psicológica para afrontar las consecuencias que esta enfermedad implica en el ámbito familiar y social.
 Ciudad de Río Cuarto, Provincia de Córdoba, Argentina Octubre 2015


hipomelanosis de Ito

Incontinencia pigmentaria acrómica

Actualización: Octubre 2015
La hipomelanosis de Ito es un síndrome neurocutáneo por el que aparecen parches o zonas despigmentadas en la piel principalmente en tronco y extremidades.
Se caracteriza técnicamente por la presencia de máculas hipocrómicas (manchas en la piel de color claro) lineales, en círculos o remolinos de distribución bilateral predominantemente en tronco o en la superficie flexora de las extremidades.
Puede estar presente al nacer o aparecer durante los primeros años de vida. Es más frecuente en mujeres que en hombres.
Además de las manchas en la piel también pueden presentarse las siguientes manifestaciones:
  • Alteraciones del sistema nervioso central con retardo mental. (50% de los casos)
  • Alteraciones del crecimiento
  • Afectación en los ojos (estrabismo, ambliopía,coloboma, etc …)
  • Cambios de color y textura del pelo
  • Anomalías en los dientes
  • Alteraciones musculoesqueléticas (anomalías vertebrales, de los dedos o del tórax)
Los melanocitos se encuentran en número normal con disminución en el contenido de melanina.
No existe tratamiento para la hipomelanosis de Ito.
Los parches en la piel se pueden tratar cosméticamente para intentar disimularlos
También se deben tratar el resto de manifestaciones asociadas.

Incontinentia pigmenti. Presentación neonatal.

CASO CLÍNICO
Arch Pediatr Urug 2010; 81(1)
Incontinentia pigmenti.
Presentación neonatal.
A propósito de un caso clínico
Tamy Matelzonas 1, Marcelo Ruvertoni 2, Soraya Reyno 3, María Catalina Pinchak 4
1. Residente de pediatría del Hospital Central de las Fuerzas Armadas.
2. Dermatólogo Pediatra. Jefe del servicio del Departamento de Dermatología del Hospital Central de las Fuerzas Armadas.
3. Ex asistente del servicio de genética de la Facultad de Medicina (UDELAR).
4. Supervisora del área de internación pediátrica del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, Profesora Agregada de Pediatría de la Facultad de Medicina (UDELAR).
Fecha recibido: 18 de marzo de 2010.
Fecha aprobado: 22 de junio de 2010.

Resumen
La incontinentia pigmenti (IP) también conocida como síndrome de Bloch-Sulzberger, es una genodermatosis infrecuente ligada al cromosoma X que afecta tejidos derivados del neuroectodermo: piel, faneras, ojos, sistema nervioso central y dientes. En la etapa neonatal se plantean diagnósticos diferenciales como el impétigo ampollar, herpes neonatal, citomegalovirus, mastocitosis, epidermólisis ampollar hereditaria. El diagnóstico temprano permite detectar las posibles patologías asociadas, que son determinantes para el pronóstico del paciente.
Palabras clave:
    INCONTINENCIA PIGMENTARIA
    SÍNDROMES NEUROCUTÁNEOS
    ESPASMOS INFANTILES
    VIGABATRIN-uso terapéutico
    ENFERMEDADES CUTÁNEAS GENÉTICAS
    ANOMALÍAS MÚLTIPLES
    CROMOSOMA X-genética
    RECIÉN NACIDO

Summary
Incontinentia pigmenti, also known as Bloch-Sulzberger syndrome, is a rare congenital X-linked genodermatosis with variable involvement of tissues derived from neuroectoderm and mesoderm skin, hair, nails, eyes and central nervous system. Differential diagnoses are manifested in the neonatal period, such as bullous impetigo, neonatal herpes, cytomegalovirus, mastocytosis and hereditary epidermolysis bullosa. Early diagnosis allows detection of associated diseases which  determine  the patients prognosis
Key words:
    INCONTINENTIA PIGMENTI
    NEUROCUTANEOUS SYNDROMES
    SPASMS, INFANTILE
    VIGABATRIN-therapeutic use
    SKIN DISEASES, GENETIC
    ABNORMALITIES, MULTIPLE
    X CHROMOSOME-genetics
    INFANT, NEWBORN

Introducción
La incontinentia pigmenti (IP) es una rara genodermatosis (enfermedades de la piel que están genéticamente determinadas) que compromete a los tejidos derivados del ectodermo. Al presentar un patrón de herencia ligada al cromosoma X dominante, habitualmente es letal en varones (recuérdese la hemicigocidad del sexo masculino al tener un solo cromosoma X 46, XY). El gen implicado se encuentra localizado en la región Xq28 (1). Las manifestaciones son multisistémicas, comprometiendo la piel, faneras, dientes, sistema nervioso central y ocular (2,3). Es una enfermedad genética, potencialmente grave.
Los pacientes presentan fenotipo muy variable debido a la inactivación de uno de los cromosomas X (heterocromatinización) muy temprano en la embriogénesis determinando la afección variable de distintos órganos, que determinará el pronóstico.
La afectación del sistema nervioso central y ocular pauta el pronóstico. Su detección temprana es importante ya que hoy en día no existe tratamiento etiológico, debiéndose realizar tratamiento de las diferentes manifestaciones.
Es de crucial importancia el asesoramiento genético a la familia y el seguimiento multidisciplinario temprano y a largo plazo con el soporte profesional y la contención a la familia.
A continuación se describe un caso de presentación neonatal.
Caso clínico
Recién nacido de 12 días de vida, sexo femenino, producto de segunda gestación. Madre de 35 años, sana, pareja no consanguínea. Embarazo bien controlado, complicado por amenaza de parto prematuro. Cesárea por presentación distócica. Recién nacido de término, peso adecuado para la edad gestacional, vigoroso. Alta conjunta.
Consultó a las 72 horas de nacida por lesiones en piel caracterizadas por vesículas, siguiendo un trayecto lineal, topografiadas en miembro inferior derecho, localizadas en dorso de pie y tercio inferior de pierna. Las lesiones se extendieron a abdomen en áreas de flanco, fosa ilíaca derecha y miembro superior derecho a nivel de cara interna de brazo. No presentó fiebre.
El examen físico al ingreso mostró lesiones vesiculosas con líquido seroso en zonas descritas, pápulas queratósicas en miembro inferior derecho (figura 1) y descamación fina en cuello y región occipital. El examen neurológico fue normal y el resto del examen físico no mostró alteraciones.


 
El diagnóstico al ingreso fue de probable infección por herpes simple.
Paraclínica al ingreso: destacamos glóbulos blancos 15.700 elementos/mm3, eosinófilos 1,4 x 103 elementos/mm3 (N= 0,1-0,6), resto normal.
La detección del genoma de virus de la familia herpes por reacción de cadena de la polimerasa (PCR) en sangre (herpes virus tipo 1 y 2, virus Epstein Barr (VEB); citomegalovirus; varicela zóster (VVZ); herpes humano tipo 6 (VHH 6)) fue negativa. El hemocultivo y el estudio bacteriológico de piel fueron también negativos.
Los diagnósticos diferenciales planteados fueron con otras enfermedades ampollares neonatales como lo son la mastocitosis y la incontinentia pigmenti (IP).
Se realizó interconsulta con dermatólogo pediátrico planteando el diagnóstico clínico de IP. Solicitando valoración de órganos que pueden ser afectados por dicha patología
En la evolución agregó lesiones tipo pápulas de aspecto queratósico y verrucoso, quedando zonas con lesiones lineales hiperpigmentadas.
Figura 2
A los 6 meses de vida instaló signo-sintomatología neurológica: espasmos mixtos, con flexión de cuello y miembros superiores y extensión de miembros inferiores. Se realizó electroencefalograma (EEG) que mostró un trazado hipsarrítmico generalizado, compatible con síndrome de West. La resonancia nuclear magnética (RNM) no presentó alteraciones. El fondo de ojo fue normal.
Se inició tratamiento con vigabatrina con buena respuesta al llegar a la dosis de 75 mg/kg/día, que mantiene hasta el momento actual, con cese de los espasmos. A nivel de las cuatro esferas del desarrollo, motora, del lenguaje y social presenta un retraso para la edad; por lo que se encuentra actualmente en tratamiento de estimulación psicomotriz.
A nivel odontológico se constató pérdida de hueso en la rama del maxilar inferior, presentándose en la radiografía el germen del molar temporario sin hueso por encima.
Como en todo paciente que presenta dismorfias se solicitó estudio cromosómico a los efectos de descartar anomalías estructurales que involucren la región génica determinante de la afección (xq28), siendo su resultado normal 46 XX.
Se realiza diagnóstico clínico de incontinentia pigmenti; realizándose biopsia de piel de lesión hiperpigmentada (etapa 2–3) siendo compatible con éste. El estudio histopatológico informó las típicas alteraciones de esta enfermedad: epidermis ortoqueratósica, dermis con infiltrado linfomononuclear perivascular y melanófagos y acúmulos de eosinófilos (figura 3). Actualmente la paciente se encuentra bajo control y seguimiento de equipo multidisciplinario integrado por pediatra, dermatólogo pediatra, neuropediatra y odontólogo.

Comentarios
La incontinentia pigmenti es una enfermedad genética perteneciente al grupo de las genodermatosis descrita por Garrod en 1906 y posteriormente definida por Bloch-Sulzberger en 1928 (4). A partir de entonces se le conoce como síndrome de Bloch-Sulzberger o IP tipo 2 (5,6). Es un raro trastorno multisistémico, cuya incidencia es de 1 cada 40.000 nacidos vivos (7). Se trasmite en forma dominante ligada al cromosoma X (8) y sólo la padecen las mujeres. Los varones, así como las mujeres que presentan el defecto en forma homocigota, son afectados severamente y mueren en el útero por tener el gen anormal en su único cromosoma X. La relación de afectados mujer/hombre es 20:1. A pesar de lo mencionado anteriormente, se han reportado más de 60 varones afectados. Su sobrevida se explicaría por uno de los siguientes tres mecanismos:

1.    Concomitancia con un cariotipo 47,XXY: correspondiente a síndrome de Klinefelter. Se estima que este mecanismo presenta el 7% de los varones afectados (9,10).
2.    Mosaicismo somático: niveles bajos de mosaicismo: 46,XY/47,XXY demostrado solamente mediante la realización de FISH (Fluorescente In Situ Hybridization) en interfase usando sondas X e Y  (9,10).
3.    Mutaciones hipomórficas que producen una forma leve de la condición (por ejemplo duplicaciones de un tracto de 7-citocina en el exon 10 del gen NEMO) (9,10.
Un hecho interesante, que ilustra la complejidad y solapamiento de las manifestaciones clínicas de las genodermatosis que involucran vías de señalización celulares, lo constituye el hecho de que otra genodermatosis, como la displasia ectodérmica hipohidrótica con inmunodeficiencia, puede presentar mutaciones igualmente en el gen NEMO. De hecho, se han reportado varones con la coexistencia de elementos clínicos de ambas afecciones (3,11).
La variabilidad fenotípica que se presenta en las mujeres afectadas puede ser explicada, en parte, por el llamado fenómeno de Lyon (12). Éste se refiere a la inactivación en la embriogénesis temprana, que se produce al azar en uno de los cromosomas X. Como resultado, las células hijas de la que sufrió la inactivación también tendrán el mismo cromosoma X inactivado. Por lo tanto las pacientes constituyen verdaderos mosaicos, en lo que se refiere al silenciamiento de los cromosomas X. Existe una tendencia a que el X patológico sea el que más frecuentemente se inactive.
Las mutaciones en el gen responsable de la IP, llamado gen NEMO (Nuclear factor-KB Essential Modulator) se encuentra localizado a nivel del brazo largo del cromosoma X en la región 28 (Xq28) (13,14). NEMO codifica la subunidad regulatoria del complejo lkB kinasa necesario para la activación del factor nuclear kB (NF kB). Dicho factor tiene, por un lado, la función de proteger a la célula contra la apoptosis (muerte celular programada) (1,3) y, por otro lado, a través de de diferentes pasos intraceluares, el NFkB penetra al núcleo celular y activa la transcripción de numerosos genes “blanco o diana” relacionados con el sistema inmune y la morfogénesis de la piel y el esqueleto. El 80% de los casos de IP son causados por mutaciones que implican una “pérdida de función” del gen NEMO (sobre todo las deleciones de los exones 4-10) (15-17).
La mutación genera una proteína NEMO severamente truncada que deja a las células susceptibles a señales proapoptóticas, activadas durante la embriogénesis (18) que son la causa de las manifestaciones clínicas de la IP. que describiremos a continuación.
En piel se producen manifestaciones a lo largo de las líneas de Blaschko (2-4), que representan las rutas de migración de células embrionarias.

El diagnóstico se realiza clínicamente sobre la base de una historia secuencial de lesiones cutáneas y sus características. Landy y Donnai (1993) han recomendado los criterios de diagnóstico (20).
Al menos uno de los principales criterios es necesario para un diagnóstico.
Los criterios mayores son: erupción cutánea típica neonatal e hiperpigmentación, lesiones cutáneas lineales o atróficas y familiar de primer grado afectado. Los criterios menores son: participación odontológica, alteración de faneras y enfermedad retiniana. La sensibilidad y la especificidad de estos criterios no se ha determinado, y su correlación con los hallazgos moleculares más recientes no ha sido comprobada todavía. Sin embargo, todavía pueden ofrecer una valiosa orientación a los médicos. La valoración con la lámpara de Wood puede ser útil en niños mayores para hacer más evidente las anomalías de la pigmentación (1).
Otras de las características diagnósticas son la presencia de eosinofilia (1,2,15) y el estudio histológico de biopsia de piel que proporciona la confirmación diagnóstica (2).
Etapas evolutivas con su correlación histopatológica (2-4)
Etapa 1: fase vesicular, con vesículas lineales, pústulas, ampollas y eritema en las líneas de Blaschko. Se presenta al nacer y las lesiones pueden reaparecer durante la niñez con enfermedades febriles.
Se observan vesículas epidérmicas y espongiosis con eosinófilos. Entre las vesículas se ven células disqueratósicas diseminadas con remolinos de células escamosas con queratinización central.
Etapa 2: fase verrucosa, con verrugas, pápulas queratolíticas y placas. Aparece entre la 2ª y 8ª semana de vida.
Etapa 3: fase de hiperpigmentación macular a lo largo de las líneas de Blaschko, incluyendo pezones, axila e ingle. Se produce entre la 12ª y 40ª semana de vida.
Se observa acantosis, papilomatosis irregular e hiperqueratosis, con células disqueratóticas dispersas y remolinos escamosos, dilución de pigmento, alteraciones vacuolares y degeneración de la capa basal. El infiltrado inflamatorio leve con melanina dentro del melanófago en dermis papilar (“incontinentia pigmentaria”), se ve en la segunda y tercera etapa de la enfermedad.
Etapa 4: fase hipopigmentada y de atrofia o con atrofia cutánea, presente desde la infancia hasta la edad adulta.
Hay atrofia epidérmica con disminución de melanocitos. En la dermis superficial se describen cuerpos redondos de material amorfo coloide.
A nivel de faneras se puede observar onicodistrofia, displasia y tumores queratósicos periungueales. El pelo es fino y escaso y hay alopecia en el 40% de los casos (1). Por el contrario también puede observarse un cabello lanoso, grueso y seco, así como implantación en “parches” de cabello y zonas de alopecia.
A nivel ocular pueden observarse cambios pigmentarios de la retina: tanto un moteado difuso por áreas con hipopigmentación, como anomalías de la retina periférica con áreas de hipovascularización (lesión patognomónica).
También puede observarse pseudoglioma, retinoblastoma intraocular con calcificaciones, cataratas, leucocoria, queratopatía, estrabismo, atrofia óptica, glaucoma congénito y esclerótica azul. La neovascularización de la retina puede llevar al desprendimiento, que puede ser rápidamente progresivo (menos de 6 meses) o fluctuante durante muchos años (21-22). Más del 90% de los pacientes tiene una visión normal. En nuestro paciente hasta el momento no se objetivaron alteraciones en el fondo de ojo.
Las alteraciones odontológicas (presentes en el 65%-80% de los casos) (1,23), son retraso en la erupción dentaria, caries, anodontia parcial, hipodoncia, microdontia, anomalías en la forma de los dientes (anormalmente cónicos o en clavija), micrognatia, prognatia y paladar gótico alto. Pueden observarse áreas focales de hipo/hipermineralización en el esmalte dentario.
A nivel del sistema nervioso central (SNC) la mayoría de los pacientes no presenta patología, según algunos autores (24). Otros autores plantean afectación del SNC en un porcentaje algo menor al 50% (25). En los pacientes afectados los problemas suelen aparecer ya en el primer año de vida (24).
Se puede observar microcefalia, retraso mental, retraso en el desarrollo, espasticidad, convulsiones, ataxia, encefalopatía, hiperactividad y accidentes cerebrovasculares.
La IP ocupa el tercer lugar dentro de los trastornos neurocutáneos como forma de presentación clínica de crisis epilépticas y de hipsarritmia como fenotipo eléctrico. El primero corresponde a la esclerosis tuberosa (20%) y en el segundo lugar a la neurofibromatosis tipo 1.
A nivel óseo las alteraciones se caracterizan por la presencia de hemivértebras, escoliosis, espina bífida, sindactilia, anomalías del oído, costillas extra y deformidades del cráneo. En nuestro caso existen alteraciones de la rama del maxilar.
Los diagnósticos diferenciales, a plantear en los casos de presentación neonatal, son el impétigo ampollar a Staphylococcus aureus, herpes neonatal, citomegalovirus, mastocitosis y epidermólisis ampollar hereditaria.
El estudio histopatológico de las lesiones de piel confirma el diagnóstico clínico.
El tratamiento se decide en función de las anomalías extracutáneas ya que las lesiones de piel son benignas. Las lesiones cutáneas son autorresolutivas y su tratamiento puede ser sintomático (26).
Se describe el uso de retinoides tópicos al 0,05% para las lesiones verrucosas con buenos resultados (27), así como el uso de corticoides tópicos y emolientes (28).
El equipo multidisciplinario comprende a varios especialistas de los cuales se destaca el oftalmólogo, ya que se requiere una estrecha vigilancia oftalmológica para los primeros años de vida por sus posibles complicaciones mencionadas. Los expertos sugieren: control mensual desde el nacimiento hasta los 4 meses, trimestral hasta el año, semestral hasta los 3 años y luego controles anuales (11).
Los tratamientos oftalmológicos pueden incluir: fotocoagulación para la proliferación fibrovascular, cirugía vítreorretiniana para desprendimientos de retina. La atención por odontólogo que se realizará periódicamente para detectar complicaciones, con revisiones orales.
En la evolución frente a la aparición de anormalidades neurológicas, se hará la interconsulta con el neuropediatra para optimizar conductas y mejorar su calidad de vida.
Conclusión
La incontinentia pigmenti es una enfermedad genética rara, destacando la importancia del reconocimiento temprano en la etapa neonatal, ya que se presenta como otras enfermedades vésico-ampollares potencialmente graves. Es de crucial importancia el asesoramiento genético a los progenitores sobre el riesgo de trasmisión a su futura descendencia, así como el seguimiento multidisciplinario a largo plazo. También es esencial el soporte profesional y la contención a la familia por parte del pediatra.
Agradecimientos
A la Dra. Carmen Machado, dermatóloga y anatomopatóloga del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, quien nos proporcionó las imágenes de las biopsias de piel.
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Correspondencia: Dra. Tamy Matelzonas
Benito Blanco 870 Apto 301. Montevideo, Uruguay

Revisión clínica de 28 casos de incontinencia pigmentaria


Revisión clínica de 28 casos de incontinencia pigmentaria

Clinical review of 28 cases of pigmentary incontinence

Alina García García,I Iván Hernández García,II Norma de León Ojeda,III Marta Acosta Sabatés,IV Lurdes Marrón Portales V
IEspecialista en Genética Clínica. Departamento de Genética Clínica. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». La Habana, Cuba.
IIEspecialista en Genética Clínica. Departamento de Genética Clínica. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». La Habana, Cuba.

IIIEspecialista de II Grado en Genética Clínica. Departamento de Genética Clínica. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». La Habana, Cuba.

IVLicenciada en Biología. Máster en Antropología Física. Departamento de Genética Clínica. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». La Habana, Cuba.
VLicenciada en Laboratorio Clínico. Departamento de Genética Clínica. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». La Habana, Cuba.



RESUMEN
INTRODUCCIÓN. La incontinencia pigmentaria es una rara genodermatosis, presente habitualmente en el sexo femenino, que se caracteriza por alteraciones en los derivados del ectodermo superficial y del neuroectodermo. El objetivo de esta investigación fue resumir las características clínicas de esta entidad.
MÉTODOS. Se revisaron 28 historias clínicas de niños atendidos en la consulta de genética clínica del Hospital Pediátrico «William Soler» (Ciudad de La Habana), que tenían diagnóstico clínico de incontinencia pigmentaria. De las historias se tomaron los datos sobre el inicio y evolución de la enfermedad, así como la información aportada por las interconsultas de varias especialidades como dermatología, estomatología y neurología. Cuando fue posible se hizo una reevaluación clínica de los afectados.

RESULTADOS. Solo 1 de los 28 pacientes era del sexo masculino. Entre las primeras lesiones detectadas se encontraron 13 casos de vesículas (43,3 %), 2 casos de eritema y 2 de descamación. Se encontraron máculas de tipo hipercrómicas en 27 niños (96,6 %), hipocrómicas en solo 1 y verrugosas en 3. Las lesiones se distribuyeron en los miembros inferiores en 22 casos (73,3 %) y en 19 casos en los miembros superiores y en el tórax (63,3 %); en 21 pacientes (70 %) fueron bilaterales. Con respecto a los anexos de la piel, se encontró alopecia en 3 casos (10 %), hipodoncia en 8 casos (26,6 %) y distrofia de las uñas en 3 (10 %). Se encontraron escleras azules en 6 casos (20 %) y estrabismo en 5 (16,6 %). Como expresión de daño del sistema nervioso central se observó retraso mental en 12 casos (40 %) y convulsiones en 6 (20 %).

CONCLUSIONES. La incontinencia pigmentaria es una entidad heterogénea desde el punto de vista clínico, pero es posible su reconocimiento por alteraciones en la piel que atraviesan estadios previsibles.
Es necesario tener en cuenta que podría ser enmascarada por el color de la piel o por el momento en que el paciente es examinado.
Palabras clave: Incontinencia pigmentaria, displasia ectodérmica, genodermatosis.

ABSTRACT
INTRODUCTION. The pigmentary incontinence is an uncommon genodermatosis usually present in female sex characterized by alterations in derivatives of superficial ectoderm and of neuroectoderm. The aim of present research was to summarize the clinical features of this entity.
METHODS. Twenty eight medical records from children seen in the clinical genetics consultation of "William Soler" Children Hospital (Ciudad de La Habana) diagnosed with pigmentary incontinence. From the medical records we got the data on onset and course of this disease, as well as the information offered by inter-consultations of some specialties including Dermatology, Stomatology and Neurology. When it was possible a clinical re-assessment of involved was carried out.

RESULTS. Only 1 of the 28 patients was of male sex. Among the first lesions detected were the presence of vesicles in 13 cases (43,3%), erythema in 2 cases and epidermis shedding in 2 cases. There were hyperchromic maculae in 27 children (96,6%), hypochromic in only one and verrucous type in three. Lesions were distributed in lower extremities in 22 cases (73,3%) in upper extremities and thorax in 19 cases (63,3%) and in 21 patients (70%) were bilateral. Regarding the skin annexes there was alopecia in 3 cases (10%), hypodontia in 8 cases (26,6%) and nails dystrophy in 3 cases (10%), as well as blue sclera in 6 cases (20%) and strabismus in 5 cases (16,6%). As an expression of damage in the central nervous system there was mental retardation in 12 cases (40%) and convulsions in 6 cases (20%).

CONCLUSIONS. The pigmentary incontinence is a heterogeneous entity from the clinical point of view but it is possible its recognition due to skin alterations to go through foreseeable stages. It is necessary to take into account that it could be masked by the skin color or by the moment of physical examination of patient.
Key words: Pigmentary incontinence, ectodermal dysplasia genodermatosis.


INTRODUCCIÓN
La incontinencia pigmentaria (IP) es una rara genodermatosis que fue descrita por primera vez por Bloch y Sulzberger,1,2 y tiene una frecuencia de aproximadamente 1 cada 50 000 recién nacidos. De herencia dominante ligada al cromosoma X, con usual letalidad prenatal temprana en el varón afectado, provoca trastornos en los derivados ectodérmicos, tanto del ectodermo superficial como del neuroectodermo.3 Ocasionalmente se describen defectos óseos, baja talla y trastornos en otros sistemas. El gen responsable de la enfermedad se ha denominado NEMO (Nuclear Factor Kappa B Essential Modifier [NF-κB essential modulator] o IKKγ [IκB kinase-γ]) y se localiza en el locus Xq28.4,5 Cuando se encuentra activo controla la expresión de múltiples genes, entre ellos los que tienen que ver con la expresión de citoquinas y chemoquinas que protegen a la célula contra la apoptosis.
Las lesiones epidérmicas clásicas de la enfermedad pueden pasar por 4 estadios: vesículas -generalmente perinatales-, lesiones verrugosas, hiperpigmentación que sigue un patrón característico, y por último lesiones hipocrómicas atróficas o cicatrizales (figura).
Este trabajo tiene como objetivo resumir las manifestaciones clínicas de un grupo de pacientes con diagnóstico clínico de IP.


MÉTODOS
Se revisaron 28 historias clínicas de pacientes con diagnóstico clínico de IP. La edad de los sujetos en el momento de su primera evaluación osciló entre los 4 meses y los 5 años. Atendiendo al color de la piel 12 sujetos eran blancos, 9 mestizos, 3 eran negros y en 4 no se pudo conocer este dato.
De las historias se tomaron los datos relevantes de inicio y evolución de la enfermedad, así como lo aportado por las interconsultas de varias especialidades como dermatología, estomatología, neurología, entre otras. En los casos en que fue posible, se hizo una reevaluación clínica de los afectados.


RESULTADOS
Del total de sujetos de la muestra el 42,85 % eran blancos, el 32,14 % mestizos y el 10,71 %, negros. En un porcentaje similar (14,30) el color de la piel no fue descrito en la historia clínica.
En cuanto a los antecedentes familiares se consideró importante la existencia ya de la enfermedad en la familia, lo cual ocurrió solo en 4 pacientes (3 madres y 1 hermana afectadas) (14,28 %). Al analizar la historia obstétrica de las madres se encontró que 10 de ellas habían tenido abortos espontáneos del primer trimestre, antes o después del propósito.
Las manifestaciones cutáneas (tabla 1) de esta entidad son muy características y generalmente están presentes en casi todos los pacientes, aunque no siempre son las mismas. La forma de presentación más frecuentemente encontrada fueron las vesículas (13-46,42 %). Aunque también se hallaron lesiones que habitualmente no se describen en los estadios clásicos, como fueron las lesiones hipercrómicas (27-96,42 %), que superaron ampliamente la presentación de máculas verrugosas (3-10,71 %).
Tabla 1. Características de las lesiones cutáneas
Lesiones cutáneas
Número de casos
%
Primeras lesiones
Vesículas
13
46,42
Eritema
2
7,14
Descamación
2
7,14
Máculas
Hipercrómicas
27
96,42
Hipocrómicas
1
3,57
Verrugosas
3
10,71

Como se observa en la tabla 2 la distribución de las lesiones fue bastante heterogénea y en muchas ocasiones los individuos mostraban uno o más sitios con lesiones, aunque predominaron las manifestaciones cutáneas en los miembros inferiores (22-78,57 %) y en los superiores y el torso (19-67,85 %). En la mayoría de los casos (21-75 %) éstas fueron bilaterales. De las distintas porciones del cuerpo la cara fue el sitio menos afectado por las alteraciones en piel (2-7,14 %).
Tabla 2. Distribución de las lesiones cutáneas
Distribución
Casos
%
Cara
2
7,14
Cuello
5
17,85
Axilas
11
39,28
Tórax
19
67,85
Abdomen
16
57,14
Regiones inguinales
5
17,85
Miembros superiores
19
67,85
Miembros inferiores
22
78,57
Lateralidad de las lesiones
- Unilaterales
4
14,28
- Bilaterales
21
75
- No descrita
5
17,85

De los derivados del ectodermo superficial y anexos de la piel (tabla 3) las más frecuentes fueron las anomalías dentales (18-59,9 %) y dentro de este grupo la hipodoncia (8-26,6 %), que superaron a las anomalías en los cabellos (8-26,6 %) y las uñas (3-10 %). Entre las anomalías oculares las más llamativas fueron las escleras azules (6-20 %) y el estrabismo (5-16,6 %). El retraso mental, indicativo de repercusión de la entidad en el sistema nervioso central (SNC), fue observado en 12 sujetos de la muestra (40 %) y el retardo del lenguaje, relacionado con éste, se observó en 4 pacientes (13,3 %). Otros defectos inespecíficos encontrados fueron la clinodactilia del quinto dedo (2-6,6 %) y el dismorfismo facial (4-13,3 %).
Tabla 3. Afectación de otras estructuras
Órgano o sistema
Casos
%
Cabellos
Alopecia(placas)
3
10
Pelo escaso
2
6,6
Otros defectos
3
10
Dientes
Hipodoncia
8
26,6
Retardo en brote
4
13,3
Forma cónica
6
20
Uñas
Distrofia
3
10
Ojos
Escleras azules
6
20
Estrabismo
5
16,6
Microcórnea
3
10
Queratitis
1
3,3
Otros defectos
4
13,3
Sistema nervioso central
Retraso mental
12
40
Convulsiones
6
20
Espasticidad
2
6,6
Retardo del lenguaje
4
13,3
Microcefalia
1
3,3
Macrocefalia
2
6,6
Hipoacusia
1
3,3
Óseas
Sindactilia
3
10
Clinodactilia
2
6,6
Camptodactilia
1
3,3
Braquidactilia
1
3,3
Ectrodactilia
1
3,3
Dismorfia facial
4
13,3
Otros defectos
6
20


DISCUSIÓN
El predominio de individuos de piel blanca en la muestra recopilada podría estar dado por la coloración que adquieren las lesiones, que podrían pasar inadvertidas en las pieles más oscuras. Llama la atención que 10 de las madres tuvieron abortos espontáneos, por lo que se hace necesario un exhaustivo examen físico a estas mujeres por la posibilidad de estar afectadas de forma muy leve y de que estos abortos correspondieran a fetos varones. Otra posibilidad de explicar los abortos repetidos sería la presencia de un mosaicismo germinal no detectado, el cual solo se confirmaría con la aparición de un nuevo caso entre la descendencia de estas mujeres.
La presencia de un varón afectado en la muestra podría explicarse por varios fenómenos, entre ellos la presencia de un cromosoma X extra, de alelos hipomorfos, un mosaicismo somático o tratarse de una displasia ectodérmica anhidrótica con inmunodeficiencia.4 Esto último fue descartado.
Como se puede apreciar, solo 13 de los 28 casos (46,42 %) comenzaron con las típicas vesículas, por lo que la ausencia de este signo no excluye la enfermedad cuando están presentes otras características. En 2 casos se observó eritema y en 2 descamación; este último signo no se describe en la bibliografía consultada. Chen observó lesiones vesiculobulosas en el 90 % de los casos y verrugosas en el 70 % de los pacientes entre las 2 y 6 semanas de nacidos.6 En un metaanálisis realizado por autores canadienses la forma más común de presentación hallada en el momento del diagnóstico también fueron las lesiones vesiculobulosas (80 %).7 Los estadios 2 (lesiones verrugosas) y 3 (hiperpigmentación) se encontraron en el 72,5 % y 75 % de los casos respectivamente.7 Solo en el 15 % de los casos documentaron el estadio 4 (lesiones atróficas).7 Las lesiones hiperpigmentadas se observaron en casi la totalidad de los casos (27-96,6 %) de esta serie, de forma similar a lo encontrado (98 %) en los casos descritos por Chen.6 La atrofia de las lesiones generalmente se encuentra en la adolescencia o en el adulto joven. El último autor referido encontró atrofia de las lesiones en el 42 % de los casos.6 En la muestra estudiada no se encontró este estadio, lo que puede deberse a que estaba compuesta, esencialmente, por lactantes y escolares.
En la muestra estudiada predominaron las lesiones en los miembros inferiores (22-73,3 %) y en el tórax (19-63,3 %) y los miembros superiores (19-63,3 %), seguido del abdomen (16-53,3 %). Chen encontró lesiones en el torso y las extremidades (90 %) fundamentalmente.6 Las lesiones de piel fueron bilaterales en los casos valorados de esta serie; sin embargo, Ardelean y Pope encontraron que hasta en el 50 % de los casos las lesiones fueron unilaterales.7
De los anexos de la piel se encontró que hasta un 26,6 % de los pacientes tuvieron defectos del pelo, cifras inferiores a las encontradas por Chen que registró un 50 % de anomalías del cabello, con especial incidencia de la alopecia del vértice.6 Los autores canadienses encontraron alopecia en el 30 % de los casos.7
Según Chen las anomalías en la dentición aparecieron en más del 80 % de los casos, aunque no se detallan específicamente los defectos.6 Ardelean y Pope encontraron un 40 % de anomalías dentales.7 En una recopilación de casos de Corea del Sur se encontraron anomalías dentales en el 72,7 % de los casos, especialmente hipodoncia.8 En esta serie se encontró menor incidencia de esa anomalía (59,9 %), aunque fue la hipodoncia igualmente lo más constante. De cualquier manera el bajo porcentaje de anomalías de la dentición hallado podría estar dado por la edad de los pacientes de la muestra analizada.
Las anomalías del SNC (13-43,3 %), que en ocasiones quedan relegadas por las más visibles alteraciones de la piel y las oculares (15- 59,9 %), fueron frecuentes. Chen reportó hasta un 40 % de afectación del SNC.6 Ardelean y Pope documentaron alteraciones extracutáneas (manifestaciones del sistema nervioso
central y toma del ojo) en el 30 y 35 % de los casos respectivamente.7 Kim y cols. encontraron un 46,7 % de anomalías del SNC y 66,7 % de pacientes con defectos oculares.8 En general las anomalías más comunes halladas por ellos fueron la retinopatía y las convulsiones.8 Consideramos que en la muestra analizada no debiera dársele mayor importancia al hallazgo de la esclerótica azul, si se tiene en cuenta que es un derivado mesenquimatoso y que en su gran mayoría se debe a inmadurez y es un signo frecuente en los lactantes sanos.
Otros hallazgos (baja talla [3 pacientes], pie varo [1], foramen oval permeable [1], hipotiroidismo congénito [1], retardo en la edad ósea [1] y fístulas preauriculares [2]) no se recogieron en la tabla 2 y no se encontraron en la literatura médica consultada.
La IP es una entidad extraordinariamente heterogénea desde el punto de vista clínico, pero su reconocimiento es posible por las alteraciones presentes en la piel, las cuales atraviesan por estadios bastante previsibles. Es necesario tener en cuenta que podría ser enmascarada por el color de la piel del individuo o por el momento en que el paciente es traído a consulta. Finalmente puede decirse que no existe un solo derivado ectodérmico que no sea afectado por la alteración en la expresión del gen NEMO.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Bloch B. Eigentumliche bischer nicht beschriebene pigmentaffektion (incontinentia pigmenti). Schweiz Med Wochenschr 1926;7:404-5.
2. Sulzberger MB. Uber eine bischer nicht beschriebene congenitale pigmentanomalie (incontinentia pigmenti). Arch Dermatol Syph (Berl). 1928;1(54):19-32.
3. Pascual-Castroviejo I, Roche MC, Martínez Fernández V, Pérez Romero M, Escudero RM, García-Peña JJ, et al. Incontinentia pigmento: RM demostration of brain changes. Am J Neuroradiol (AJNR). 1994;15:1521-7.
4. Aradhya S, Courtois G, Rajkovic A, Levy M, Isral A, Nelson DL, et al. Atypical forms of incontinentia pigmenti in male individuals result from mutations of a cytosine tract in exon 10 of NEMO (IKKgamma). Am J Hum Genet 2001;68:7657.
5. Aradhya S, Woffendin H, Jakins T, Espósito T, Smahi A, Shaw C, et al. A recurrent deletion in the ubiquitously expressed NEMO (IKK-gamma) gene accounts for the vast majority of incontinentia pigmenti mutations. Hum Mol Genet 2001;10:217-9.
6. Harold Chen. Incontinencia Pigmenti. In: Harold Chen, ed. Atlas of Genetic Diagnosis and Counseling. New Jersey: Humana Press Inc.; 2006. Pp.539-44.
7. Ardelean D, Pope E. Incontinentia pigmenti in boys: a series and review of the literature. Pediatr Dermatol. 2006;23:523-7.
8. Kim BJ, Shin HS, Won CH, Lee JH, Kim KH, Kim MN, et al. Incontinentia pigmenti: clinical observation of 40 Korean cases. J Korean Med Sci. 2006;21:474-7.




Recibido: 27 de mayo de 2010.

Aprobado: 16 de agosto de 2010.




Alina García García. Hospital Pediátrico Docente «William Soler». San Francisco y Perla
Altahabana. Ciudad de La Habana, Cuba.